El inicio del nivel superior
Me sucede todos los
años, la incertidumbre respecto de cómo dar inicio al ciclo lectivo, cómo
presentar el Taller de Oralidad, Lectura
y Escritura, qué decir para que los alumnos de primer año de un profesorado
puedan empezar de a poquito a captar la esencia de la formación docente, y a la
vez, hacer del espacio pedagógico un espacio de bienestar. Desde nuestro
espacio la presencia de un texto nos
auxilia siempre, por eso, acudí, una vez más, a esta valiosa herramienta
didáctica.
Y así, con más dudas
que certezas, me presenté el primer día con un fragmento de “Mi planta de naranja lima”, en primer
año del Profesorado de Artes en Música. En primer lugar observamos el título,
el autor, el título del capítulo, quienes no conocían la obra elaboraron una
hipótesis; les pregunté para qué leíamos.
Luego realizamos la lectura del texto y posteriormente una interacción; aparecieron en esta instancia recuerdos, sonrisas,
inquietudes, opiniones, dudas, preguntas, respuestas. Percibí también cierta
emoción en algunos rostros. Y al final, una propuesta de escritura y una
conclusión oral respecto de todas las posibilidades que nos brindaba la
lectura, que no se trataba solo de leer.
Siguieron en clases
sucesivas otros textos, un relato autobiográfico de un maestro rural formoseño,
una entrevista a una docente de nivel superior sobre la lectura y la escritura y
un texto explicativo, “La historia cultural de la lectura”. En cada caso reflexionábamos sobre las operaciones
que realizábamos, en muchos casos coincidían y en otros no, ahí fuimos
descubriendo particularidades de cada género, analizábamos los objetivos de
quienes escribían, el predominio de lo objetivo o lo subjetivo, el estilo, el
vocabulario, la trama textual, la ubicación en un contexto que podía a veces
llegar a ser determinante, la necesidad de subrayar o hacer anotaciones. Y
cuando reconocimos todo lo que hacíamos mientras leíamos, pudimos concebir la lectura como un proceso, no como una actividad mecánica, con
varias etapas que transitábamos en cada texto, y con operaciones concretas
tales como observar, imaginar, suponer, comparar, interpretar, seleccionar,
indiqué que se trataba de “operaciones
del pensamiento”, u “operaciones cognitivas”. Les expliqué que leer era una actividad compleja que involucraba diversas operaciones
mentales, asociadas la mayoría con procesos intelectuales superiores. Por último, les hablé de la importancia de
reflexionar sobre todo lo que realizábamos durante el proceso de lectura,
principalmente para establecer con qué estrategias nos podríamos manejar en el
momento en que surgieran obstáculos en la comprensión. Pudieron ellos comprobar
que habían partido de sus propias
prácticas de lectura para posteriormente llegar a los conceptos teóricos, y
que estos, indefectiblemente, se vinculaban; que la teoría sin la práctica no
tenía razón de ser.
Siempre me ha generado dudas e incertidumbres el inicio, y si bien en otras oportunidades he trabajado
de manera similar, este año me pareció mucho más significativa la tarea, por eso la decisión de compartirla.
Presentación Prezi Delfin
"Me sucede todos los años, la incertidumbre respecto de cómo dar inicio al ciclo lectivo"...
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